Oye, pero Kanye West es necio. Ya ha tenido varias disputas, una de las más sonadas la tuvo con Adidas, con quien colaboró casi una década hasta que rompieron las relaciones en 2022. Y todo se fue al traste por motivos de peso.
La marca deportiva puso fin a su relación con el rapero debido a las inquietantes opiniones antisemitas expresadas por West, según un reciente reportaje del New York Times. En declaraciones al medio, Adidas ha declarado que su decisión de poner fin a la asociación con West está en consonancia con su política de no tolerancia del discurso del odio y el comportamiento ofensivo.
La primera señal de alarma surgió en el primer encuentro entre West y el equipo de Adidas en 2013, cuando el rapero, frustrado con los diseños presentados para la colaboración con Yeezy, dibujó una esvástica en un boceto de zapato. El incidente, ocurrido cerca de Núremberg, lugar emblemático de los juicios a líderes nazis, dejó estupefactos a los trabajadores de la marca.
Las fuentes del periódico han revelado que ésta no sería la única manifestación de West en este sentido. En años posteriores, supuestamente aconsejó a un directivo judío de Adidas que besara una imagen de Hitler a diario y expresó su admiración por las habilidades propagandísticas de Hitler. Incluso se supo en 2018 que West pagó una suma de siete cifras a un antiguo ejecutivo de Yeezy tras ser acusado de alabar repetidamente al artífice del Holocausto.
El artículo del New York Times también incluye acusaciones de acoso sexual por parte de Kanye West. En el reportaje se menciona que, en múltiples ocasiones, West obligó a los ejecutivos a ver películas sexualmente explícitas. De forma paralela, en 2015, durante el primer desfile de moda Yeezy, se denunciaron comentarios sexualmente groseros por parte del rapero. Además, los empleados de Adidas también han relatado ambientes de trabajo tensos, llenos de gritos y llantos, que se sumaban a un ambiente de trabajo desagradable y hostil.
A pesar de estos indicios, Adidas continuó su asociación con West, triplicando incluso su salario anual garantizado en 2016 debido a los crecientes márgenes de beneficio que le proporcionaba la colaboración Yeezy. Sin embargo, no fue hasta octubre de 2022, tras múltiples desplantes antisemitas públicos de West, cuando la compañía alemana decidió acogerse a la cláusula de moralidad incluida en su contrato, poniendo fin a la colaboración.
La rescisión de este contrato afectó económicamente a West, cuyo patrimonio neto se redujo en 1.100 millones de dólares. Además, otras empresas, como Gap, Balenciaga y Vogue, también rompieron lazos con el rapero. Adidas, por su parte, reanudó las ventas de los productos Yeezy almacenados, generando 437 millones de dólares en ventas hasta junio, lo que redujo las pérdidas anuales previstas de la empresa de 700 millones de dólares a unos 100 millones.